martes, 3 de diciembre de 2013

"Star Wars" Decapitado

No sé si califico o no como fanático de la famosa saga de George Lucas, pero sí recuerdo la mayoría de héroes y personajes de los seis primeros capítulos de "Star Wars". Sé que fue y es un ícono de la ciencia ficción y la considero atemporal. Ver la más antigua, hoy en día, creo que me causa la misma emoción que me hubiera causado cuando recién se vio en Lima si hubiera tenido la edad suficiente para ir al estreno. Fanático era mi amigo F. de la A. quien tenía las figuras de casi todos los personajes de los capítulos IV, V y VI en los años 80. Sus tíos que vivían fuera del país siempre le traían las novedades, fue la primera vez que vi naves de juguete en vivo y en directo y hasta el famoso vehículo "AT-AT" que era una especie de carro (más me recordaba siempre a un dinosaurio) con 4 patas que avanzaba en la nieve en el "Imperio Contraataca". Como las figuras de acción eran muy caras para nosotros en ese tiempo, las que tuve siempre fueron como regalo de Navidad o de cumpleaños. Pero con la suerte que siempre tuve para este tipo de juguetes, los primeros que obtuve fueron tres robots de los cuales no recuerdo el nombre, aunque venían juntos en una sola caja. Obviamente no eran ni "R2D2" ni "C3PO". Y ninguno de mis amigos que vieron los primeros episodios los ubicaba tampoco. Grande fue mi sorpresa cuando por fin los divisé en uno de ellos, eran algo así como el extra del extra del extra de los robots y aparecían unos grandiosos 3 segundos más o menos...



El hecho es que poco tiempo después de jugar con ellos, el que más se parecía a "C3PO" salvo por ser plateado perdió la cabeza. No es que se volviera loco, simplemente se le desprendió de un día para otro. Igual la conservé y por supuesto el cuerpo también, confiaba alguna vez poder pegarla pero la goma o el Uhu no era soluciones duraderas. No pasó mucho tiempo hasta que me regalaran otro personaje de la "Guerra de las Galaxias": esta vez parecía más importante que los robots ya que tenía cara de reptil y estaba seguro de haberlo visto antes. Cuando por fin di con quién era resultó ser más popular que los desconocidos robots que mencioné antes. Este cazador de recompensas salía unos 5 segundos más en uno de los episodios que los otros tres juntos lo cual era un obvio motivo de orgullo infantil. Se llamaba "Bossk" y al parecer mi nuevo personaje tenía tendencias suicidas. Explico el por qué: una señora que ayudaba a limpiar en la casa me enseñó a fabricar paracaídas caseros con bolsas de plástico para mis soldaditos también de plástico. El procedimiento era bien simple: bastaba con romper una bolsa pequeña de forma que quede un cuadrado plano de plástico y atarle pabilo a las puntas y luego anudarlas en una sola tira. Ésta debía sostener al soldado voluntario para descender del segundo piso de la casa al patio interior a través de la ventana. Era bastante divertido ver como bajaba flotando lentamente hasta el primer piso. Hasta que un día "Bossk" decidió hacer lo mismo, pero sin contar que el material de que estaba hecho pesaba más o menos 15 veces más que un simple soldadito de plástico. En lugar de flotar hasta el piso como los buenos comandos, mi caza recompensas se fue en picada con resultado nefasto: se rompió la cabeza. O mejor dicho, se separó de ella. Error de cálculo que le dicen, de hecho nunca fui bueno en física en el colegio...



Pocos meses después un amigo vino a jugar a mi casa trayendo algunos de sus personajes de la película. Por supuesto que "Darth Vader" y "Luke Skywalker" eran conocidos. Y "Han Solo" con su traje de nieve también. Pero me contó que a este último le había pegado la cabeza con plastilina porque se le cayó de una mesa y al parecer era lo primero que perdía este tipo de figuras. Como vio que yo tenía ya dos personajes con la misma dolencia decidió dejarme su figura maltratada como para que la use de ejemplo para "operar" a los otros. Ya que tenía tanto los cuerpos como las cabezas de los dos accidentados, supuse que me sería fácil remendarlos con el mismo material como hizo él. Creo que fue demasiada expectativa pues las cabezas nunca llegaron a mantenerse pegadas más de un día. Y se me ocurrió la gran idea: no pegaría con plastilina, confeccionaría las cabezas con ese mismo material. De esa manera podía yo mismo crearlas con la forma que quisiera o incluso intercambiarlas. El destino me dio la razón porque dos semanas después, en el alféizar de una ventana de la casa de mi abuela encontré otra figura de "Han Solo" con traje de nieve. Por supuesto, también estaba sin cabeza. Así que pronto tuve mi ejército de cuatro personajes de "Star Wars", todos con cabeza de plastilina, lo cual produjo comentarios buenos y no tan buenos como "Qué creativo" y hasta el otro extremo cómo: "Qué tétrico". Creo que finalmente fui el único niño de mi barrio creativo, ¿innovador? y a la vez quizá turbador que jugó con personajes decapitados y con cabezas de plastilina intercambiables.